Una de las primeras cosas que aprendimos en el taller es que una cámara fotográfica, por muy sofisticada que sea, no llega a la perfección del ojo. Resulta necesario conocer las diferencias entre máquina y cuerpo para lograr captar mejor lo que miramos. Para abundar en ese tema aquí os dejo
un interesante artículo que desarrolla mucho más esas diferencias.
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