Cuando conocí a
Marcelo Aurelio sólo tomaba fotos con una pequeña Casio Exilim que parecía formar parte de su mano como un dedo más. Ya entonces su fotoblog
Nocturama recibía miles de visitas y obtuvo algún premio. Aunque hoy trabaja con un equipo más completo y aparatoso, sus fotos no han perdido ni un ápice de aquella espontaneidad lograda con la pequeña compacta. Todos tenemos mucho que aprender de su trabajo.
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